¿Sirven los acuses de lectura para acreditar que un email ha sido leído?

Muchos usuarios piensan que activar la opción de solicitar acuse de lectura sirve para demostrar que el destinatario abrió el email. La respuesta es clara:

No. Los acuses de lectura NO sirven como prueba de lectura.

Los Message Disposition Notifications (MDNs) existen desde finales de los 70 (RFC 3798), pero no fueron creados para acreditar la entrega o lectura ante terceros, sino para diagnósticos básicos entre servidores en una Internet muy distinta a la actual.

Por qué los acuses de lectura no son fiables

Los MDNs presentan múltiples problemas que les restan valor probatorio:

  • Se pueden falsificar fácilmente, igual que cualquier email ordinario.
  • Muchos clientes de correo no los admiten, o los tienen desactivados por defecto.
  • Dependen del destinatario, que puede ignorar o rechazar la solicitud sin consecuencias.
  • No acreditan el contenido del mensaje, solo una referencia a parte de su cabecera.

En definitiva, no garantizan que el email haya sido leído, ni siquiera que la notificación se corresponda con la realidad.

Qué dice el RFC 3798 (Message Disposition Notifications)

El propio estándar deja claro que los MDNs carecen de valor legal. Algunos extractos relevantes:

Sobre la falsificación

"Los MDNs pueden ser falsificados con tanta facilidad como pueden falsificarse los correos electrónicos ordinarios de Internet."

Y añade:

"Los riesgos incluyen MDNs enviados cuando la acción indicada no ha ocurrido realmente o MDNs no solicitados."

Sobre el no repudio

"Los MDNs no proporcionan no repudio con prueba de entrega (...). No pueden considerarse como garantía de que el mensaje fuera o no fuera visto por el destinatario."

Incluso si no se manipulan, el estándar reconoce que:

  • pueden perderse en tránsito,
  • pueden ser generados de manera incorrecta,
  • o el destinatario puede saltarse el mecanismo que los genera.

Qué dice Gmail sobre las confirmaciones de lectura

Gmail es igual de contundente:

  • Las confirmaciones solo están disponibles para cuentas de Google Workspace (no para Gmail personal).
  • Y añade una advertencia importante:
"No te fíes exclusivamente de las confirmaciones para saber si se han recibido tus mensajes."

Incluso confirma que es posible recibir una confirmación de un mensaje que no se ha leído, o no recibirla aunque sí se haya leído.

Entonces… ¿qué valor tienen realmente?

Muy poco.

Un acuse de lectura no puede usarse como prueba, ni técnica ni legal:

  • no garantiza lectura,
  • no garantiza entrega,
  • no garantiza integridad,
  • y es manipulable.

La pregunta relevante no es si el destinatario abrió el mensaje, sino:

¿Es razonable pensar que el destinatario no lo leyó si se puede probar que llegó a su servidor?

Hoy en día, casi todos los emails legítimos llegan correctamente al buzón del destinatario. Si no se recibe un error de entrega (bounce), no hay motivo para pensar lo contrario.

Los filtros anti-spam pueden afectar a la visibilidad del mensaje, pero incluso en estos casos:

  • los sistemas de cuarentena permiten recuperarlo,
  • y la entrega al servidor queda acreditada.

Email certificado: la alternativa profesional al acuse de lectura

Mientras que los acuses de lectura carecen de valor técnico o legal, el email certificado sí proporciona evidencia sólida:

  • Acredita entrega al servidor del destinatario.
  • Acredita el contenido íntegro, mediante hash criptográfico.
  • Genera un documento de evidencia (eEvid) firmado electrónicamnente.
  • Cumple con el marco legal europeo (Reglamento eIDAS).

Esto convierte la comunicación en una prueba fehaciente, completamente verificable, y apta para procedimientos legales.

En pocas palabras

  • No existe forma técnica de probar que un email ha sido leído.
  • Pero sí existe forma técnica y legal de acreditar que llegó al servidor del destinatario, con su contenido íntegro.
  • En un procedimiento, lo relevante no es si el destinatario lo leyó, sino si es creíble que no lo hiciera tras haberlo recibido.
  • El email certificado proporciona esa prueba objetiva y verificable.

Conclusión

Los acuses de lectura ofrecían una falsa sensación de seguridad: dependen del destinatario, se pueden falsificar y no acreditan contenido ni entrega real. Hoy en día, están en claro desuso.

El email certificado es la única forma estándar y jurídicamente válida de acreditar que una comunicación llegó al servidor del destinatario con su contenido intacto, cumpliendo los requisitos del Reglamento eIDAS.

En el mundo legal, técnico y empresarial actual, la evidencia verificada vale infinitamente más que un “visto” opcional.


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