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Cada día se envían más de 300 mil millones de correos electrónicos en todo el mundo, y una parte creciente son intentos de fraude. Los ataques de phishing y spoofing son los más habituales: engañan al usuario haciéndose pasar por alguien de confianza, con el objetivo de robar información o dinero.
Comprender cómo funcionan y cómo detectarlos es clave para evitar caer en la trampa.
Qué es el phishing
El phishing consiste en el envío de mensajes fraudulentos que imitan a empresas, bancos o servicios legítimos para obtener datos personales, contraseñas o información financiera.
Suele incluir enlaces o adjuntos maliciosos y mensajes con apariencia urgente, como:
- “Tu cuenta será bloqueada si no verificas tus datos.”
- “Has recibido un paquete, confirma tu dirección de entrega.”
El término proviene del inglés fishing (pescar), haciendo referencia a cómo los atacantes “pescan” víctimas en masa mediante correos aparentemente legítimos.
Qué es el spoofing
El spoofing es una técnica que falsifica la identidad del remitente, haciendo creer al destinatario que el correo proviene de una fuente conocida o confiable.
Los atacantes manipulan el campo “From” del mensaje o los encabezados SMTP para que parezca que procede, por ejemplo, de soporte@tuempresa.com
.
Este tipo de ataque se utiliza tanto para phishing masivo como para operaciones más dirigidas (spear phishing), en las que el atacante personaliza el mensaje para un individuo o empresa concreta.
Diferencias entre phishing y spoofing
Aunque a menudo se confunden, son dos técnicas distintas:
Característica | Phishing | Spoofing |
---|---|---|
Objetivo principal | Robar datos o dinero | Suplantar identidad |
Mecanismo | Enlace o archivo fraudulento | Falsificación del remitente |
Detección | Mensaje sospechoso o error en URL | Cabecera del email alterada |
Ejemplo típico | “Tu banco necesita que confirmes tu tarjeta” | “El CEO te pide una transferencia urgente” |
Ambas técnicas suelen combinarse en ataques más sofisticados.
Cómo detectar un intento de phishing o spoofing
Reconocer las señales de alerta es la mejor defensa.
Estas son las más frecuentes:
Dirección del remitente incoherente
Revisa si el dominio del correo es sospechoso (info@banc0.com
en lugar deinfo@banco.com
).Errores de ortografía o formato
Los ciberdelincuentes a menudo cometen errores o usan logotipos de baja calidad.Enlaces sospechosos
Pasa el ratón sobre el enlace (sin hacer clic): si apunta a una URL distinta o desconocida, probablemente sea fraudulenta.Urgencia o amenaza
“Responde en 24 horas o tu cuenta será suspendida” es un clásico del phishing.Solicitudes de información personal
Ninguna entidad legítima pedirá contraseñas o datos confidenciales por correo electrónico.Adjuntos inesperados
Evita abrir archivos ZIP, PDF o DOC de remitentes desconocidos.
Cómo protegerse del phishing y spoofing
Tanto usuarios como empresas pueden aplicar medidas sencillas pero efectivas:
- Verifica siempre la fuente antes de responder o abrir enlaces.
- Activa la autenticación en dos pasos (2FA) en tus cuentas.
- Configura correctamente los registros SPF, DKIM y DMARC en tu dominio para evitar que otros suplantan tu identidad.
- Usa servicios de confianza para tus comunicaciones críticas, como el email certificado o el SMS certificado de eEvidence.
- Forma a tus empleados: la concienciación es la mejor línea de defensa.
- Actualiza tu software y antivirus regularmente.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Qué hago si he hecho clic en un enlace de phishing?
Cambia tus contraseñas de inmediato, desconecta el dispositivo de la red y contacta con tu entidad o servicio afectado.
¿Cómo saber si un correo está suplantando mi dominio?
Consulta los informes DMARC o usa herramientas de análisis de cabeceras de correo para comprobar si se ha falsificado tu dominio.
¿Los correos de eEvidence pueden ser suplantados?
No. eEvidence aplica autenticación SPF, DKIM y DMARC para garantizar la identidad del remitente y proteger a los destinatarios.
¿El email certificado ayuda contra el phishing?
Sí. El email certificado de eEvidence garantiza autenticidad, trazabilidad y prueba del contenido y envío, evitando manipulaciones o suplantaciones.
Conclusión
El phishing y el spoofing son dos de las amenazas más comunes en Internet. Ambas aprovechan la confianza y la distracción de los usuarios para engañarlos, pero pueden prevenirse con conocimiento y buenas prácticas.
Usar protocolos de autenticación, mantener la vigilancia y emplear servicios de comunicación confiables como los de eEvidence son pasos clave para reducir el riesgo y proteger tus comunicaciones digitales.
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