Cada día se intercambian más de 320.000 millones de emails en todo el mundo1. Con aproximadamente 2.800 millones de usuarios y más de 4.500 millones de direcciones de correo2, el email es sin duda el canal de comunicación y de intercambio de información más extendido del planeta. Lo usamos tanto en el plano personal como en el profesional y para todo tipo de asuntos, desde los más triviales hasta en aquellos de mayor trascendencia.

Aquí te dejamos una lista de diez curiosidades y consejos acerca del correo electrónico:

 1. ¿Cuál fue la primera dirección email que existió?

Este honor corresponde a “tomlinson@bbn-tenexa”, la dirección que Ray Tomlison, padre del email, utilizó para enviar sus primeros mensajes. Aunque las extensión tipo “.com” o “.es” aun tardarían en llegar, esta es la primera dirección email que existió tal y como las conocemos hoy.

2. ¿De dónde proviene el símbolo “@” de una dirección email?

El símbolo “@”,«at» en inglés y «arroba» en español, equivale a la representación del latín “ad” o “junto a”. Sin embargo, sus primeros usos documentados son como abreviación española y portuguesa de “arroba”, una unidad de medida que en alfarería servía de base para la fabricación de recipientes para el vino o el aceite.

 3. La importancia de una buena contraseña  

En nuestras cuentas de email quedan guardados con frecuencia datos y referencias importantes de nuestro día a día por lo que para evitar que nos roben esos datos o incluso usurpen nuestra identidad es imprescindible utilizar un password que nos ofrezca una serie de garantías. Por ello, como mínimo  nuestra contraseña debería tener un mínimo de 10 caracteres, que incluyan letras mayúsculas, minúsculas, números y algún carácter especial.

4.   ¿Qué valor probatorio tiene un email?

El email, por si mismo, no tiene valor probatorio cuando, en cualquier tipo de procedimiento, una de las partes cuestiona haberlo recibido. Para que un email tenga fuerza probatoria es necesario poder acreditar tres hechos fundamentales: a quién se envió, qué contenía y cuándo tuvo lugar la entrega del mismo. Es aquí donde entra en juego la importancia de que sea un tercero, quien certifique ese envío.

5.    ¿Puede uno de mis emails ser considerado como spam?

Si nuestro proveedor de correo realiza su actividad de forma profesional, respetando  las buenas prácticas en el envío de emails, y con direcciones IP desde las que entrega con una alta reputación, no deberíamos encontrar ningún problema.

 6.   Haz un buen uso de la copia oculta

A la hora de enviar un mismo mensaje a muchos contactos, utiliza el envío en copia oculta (CCO) siempre que sea posible. Evitarás que las posibles respuestas lleguen a todos los destinatarios y de paso ayudarás a proteger la privacidad de las direcciones de los destinatarios.

 7.   ¿Las direcciones email distinguen mayúsculas y minúsculas?

Una dirección email tiene dos partes: la parte local y el dominio de Internet, separadas ambas por una “@”. Los dominios de Internet no distinguen entre mayúsculas y minúsculas, por lo que no importa si escribimos “@EMPRESA.COM” o “@empresa.com”. No ocurre necesariamente lo mismo con la parte local de la dirección, en donde técnicamente sí existe la posibilidad de distinguirlas; de todas formas no es algo común, de modo que podemos estar tranquilos escribiendo tanto a “Juan.Nadie@” como a “juan.nadie@”.

 8.   ¿Cuál es la diferencia entre un email encriptado y un email certificado?

Podríamos decir que en el primer caso se protege el contenido ante ojos indiscretos, mientras que en el segundo nos aseguramos que podremos acreditar ante terceros el envío de un email.

 9. ¿Existe algún límite en el tamaño de los adjuntos en un email?

Técnicamente nada impide intercambiar gigabytes de datos por email, pero el email no se pensó para este propósito y los proveedores de correo optan por establecer un límite en el tamaño de los emails que envían o aceptan. En esta línea, el tamaño máximo más extendido es de entre 20 y 25 megabytes.

 10.  Envíalo una vez, léelo dos veces

Es sorprendente la cantidad de emails que se envían con errores, no solo gramaticales u  ortográficos, sino que es frecuente que falten palabras que dejan sin sentido mensajes enteros. Un buen consejo: léelo dos veces, envíalo solo una.

Fuente:

 1.      Datos de Radicatti Group

2.      Datos de Radicatti Group y Statista


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